1kg calabaza
250g cebolla de Figueres
1 litro de caldo de gallina
100g aceite virgen
4 huevos frescos
10g vinagre de vino blanco
250g queso Mahón-Menorca semicurado
100g bisbe blanco
1 coca de aceite
flor de tomillo
30g avellanas tostadas
10g clara de huevo
sal
pimentón rojo
espinacas baby
Pelar la calabaza y envolverla con papel de plata, escalibarla al horno a 180ºC durante 50 minutos. Sofreir la cebolla a juliana y añadir la calabaza escalibada, rehogar ligeramente y mojar con el caldo de gallina. Dejar cocer 30 minutos a fuego suave y seguidamente triturar todo emulsionado con aceite virgen. Puesta a punto de sal. Reservar.
Hacer los huevos poché en agua con el viangre a punto de semi ebullición durante 3 ó 4 minutos. Refrescar. Reservar.
Triturar el bisbe blanco y saltearlo a fuego muy suave sin grasa que quede tostado y hasta que elimine toda la humedad y quede crujiente. Reservar.
Aliñar las avellanas peladas con la clara de huevo semibatida, sal y el pimentón rojo. Esparcir en una bandeja de horno y tostar a 110ºC durante 3 minutos. Reservar.
Cortar la coca de aceite en finas láminas. Untar con aceite ligeramente espolvorear la flor de tomillo y tostar al horno durante 2 minutos.
En un cazo con agua caliente calentar el huevo poché durante 1 minuto. Escurrir y colocarlo sobre una lámina bien fina de Mahón-Menorca semicurado. Envolverlo.
Servir el plato montado con las tostadas, los chicharrones, las avellanas, unas hojas de espinaca baby aliñadas y el huevo con el queso caliente. Servir la crema aparte.